La diabetes es una enfermedad crónica que puede derivar en diversas complicaciones. Una de las más relevantes es la neuropatía diabética, que no solo genera dolor neuropático, sino que también desempeña un papel crucial en el desarrollo del pie diabético. Esta condición afecta negativamente el sistema biomecánico, alterando el patrón natural de la marcha. Además, la neuropatía diabética se asocia con alteraciones microvasculares que comprometen las fibras nerviosas sensitivas, motoras y autonómicas, manifestándose comúnmente en forma de hipoestesia, hipoalgesia, termohipoestesia y parestesias (Longinos, S. A. A., Tamay, E. D. G., & Miranda, M. B. H. 2017). En pacientes con esta patología, el proceso de la marcha puede verse alterado por cambios en diversos parámetros, como la presión plantar, los patrones cinemáticos, las fuerzas de reacción del suelo y la actividad muscular. Estas modificaciones, a lo largo del tiempo, pueden predisponer a la aparición de ulceraciones en los pies, y su agravamiento podría incluso derivar en la necesidad de amputar las áreas comprometidas de las extremidades inferiores. En efecto, las ulceraciones del pie constituyen una de las complicaciones crónicas más comunes en individuos con neuropatía diabética, lo que evidencia una progresión del deterioro neurológico (Haque, F., Reaz, MBI, Chowdhury, MEH, Ezeddin, M., Kiranyaz, S., Alhatou, M., … y Srivastava, G. 2022). Según un informe presentado en 2007 por el DANE, la diabetes se posiciona entre las cinco principales enfermedades que causan mortalidad en Colombia. En este documento se señala que la tasa de mortalidad atribuida a la diabetes es inferior al 1% en individuos menores de 40 años, aumenta hasta alcanzar el 6% en el grupo de edad que van entre los 60 a 69 años y disminuye a aproximadamente el 2% en personas de 80 años o más. Este comportamiento se asocia, en parte, a la alta letalidad de la enfermedad.   
La problemática central reside en la detección tardía de las úlceras asociadas a la neuropatía diabética en pacientes con diabetes tipo 2. La pérdida de sensibilidad en la zona podal dificulta la identificación de lesiones iniciales, permitiendo que, sin intervención oportuna, dichas lesiones evolucionen hacia complicaciones graves, tales como infecciones severas, gangrena y, en casos extremos, la amputación. En este contexto, resulta imperativo establecer estrategias de diagnóstico precoz y manejo clínico adecuado, orientadas a prevenir la progresión hacia complicaciones crónicas y, de este modo, mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes afectados (Aschner, P. 2010) El uso de dispositivos basados en sensores para detectar variaciones en la temperatura  se posicionan  como una herramienta crucial para optimizar el diagnóstico y la intervención temprana, repercutiendo positivamente en la calidad de vida de los pacientes. En este contexto, el presente proyecto se orienta al desarrollo de un prototipo que facilite el diagnóstico de ulceraciones derivadas de la neuropatía diabética. Este prototipo se fundamenta en el concepto de termometría plantar, utilizando sensores de temperatura por infrarrojo integrados en un circuito dedicado al procesamiento e interpretación de datos. La información obtenida se presenta mediante una interfaz especializada, permitiendo al personal médico comparar de manera precisa la temperatura entre ambos pies del paciente para detectar de forma temprana cualquier anomalía. 

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