Introducción: La diabetes una complicación común presente hasta en un tercio de los casos de acromegalia.

Objetivo: Describir el caso de una mujer con diabetes mal controlada en quien se diagnosticó acromegalia por esta causa.

Presentación del caso: Mujer de 54 años con antecedente de diabetes mellitus diagnosticada a la edad de 46 años, insulinorrequiriente desde el diagnóstico, con complicaciones micro y macrovasculares, dado enfermedad renal diabética albuminúrica y falla cardíaca con FEVI de 19% en protocolo de trasplante cardíaco, portadora de cardiorresincronizador desde 2020 por taquicardia ventricular y síncope. Debido a las dificultades en el control glucémico con HbA1c en 13.9% pese a manejo con esquema de insulina basal bolo (a dosis de ….), iSGLT2, biguanida y arGLP1, se documentaron niveles de somatomedina C en 407 ng/mL (VR: 48 – 209 ng/mL),  con GH en 8.92 ng/mL, confirmando así el diagnóstico de acromegalia con la presencia de adenoma hipofisario por resonancia. Se evaluaron otros ejes hipofisiarios sin encontrar alteraciones adicionales. Se inició manejo con Lanreotida 120 mg cada 21 días y Pegvisomant 10 mg cada 24 horas con lo que se logró reducción de HbA1c hasta 7.1% en conjunto con la suspensión de insulina prandial y disminución en la dosis de insulina basal en un 40% comparativamente con la usada al ingreso del programa de diabetes.

Conclusión: La diabetes de difícil control debe hacer sospechar el diagnóstico de acromegalia, en especial en pacientes sin un fenotipo claro de insulinorresistencia (adiposidad) y con requerimiento de altas dosis de insulina

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