Antecedentes y objetivos: Los pacientes con cáncer diferenciado de tiroides metastásico y los resistentes al yodo representan una población con peor pronóstico en supervivencia. La terapia sistémica con inhibidores de tirosina quinasa es una opción de manejo para reducir el volumen tumoral, la comorbilidad y la sobrevida libre de progresión.
Métodos: Estudio de cohorte retrospectiva de pacientes con cáncer de tiroides metastásico en franca progresión y/o resistente al yodo tratados con lenvatinib 2022 y 2025.
Resultados: Se incluyeron 14 pacientes con cáncer papilar de tiroides metastásico, 11 con compromiso locorregional (78.6%), 10 pulmonares (71.4%), 3 óseas (21.4%) y 2 cerebrales (14.3%); 10 de ellos cumplían criterios de resistencia al yodo (71.4%). El 50% eran mujeres, edad promedio de 65 años (DE 11.2); 13 pacientes habían recibido manejo con tiroidectomía total y 13 terapia con I-131, con una mediana de 315 mCi (RIQ 120-404). Los efectos adversos más frecuentes con lenvatinib fueron hipertensión arterial (78.6%) y síndrome de mano-pie-boca (29%), una paciente presentó PRESS (7%). Murieron 4 pacientes luego de una mediana de manejo de 315 días (RIQ 204-539). La mediana de seguimiento global fue de 332 días (RIQ 149-530). Entre los 4 pacientes con imágenes de control, la respuesta por RECIST 1.1 mostró 3 respuestas parciales y 1 respuesta completa, para una mediana de reducción del 82%.
Conclusión: El manejo con lenvatinib en pacientes con cáncer metastásico en progresión y resistente al yodo puede disminuir la carga tumoral, la mortalidad y mejorar la supervivencia libre de progresión.